19.3.09

cOn el silenciO cÓmplice de la Luna/ VirgiliO


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¡Pero llegamos demasiado tarde, amigo! Sin duda los dioses
aún viven, pero encima de nuestras cabezas, en otro mundo;
allá obran sin cesar, sin ocuparse de nuestra suerte,
¡tanto nos cuidan los inmortales! Pues a menudo
un frágil navío no puede contenerlos, y el hombre
no soporta más que por instantes la plenitud divina.
Después, la vida no es sino soñar con ellos. Pero el yerro
es inútil, como el sueño, y la angustia y la noche fortalecen,
mientras llegue la hora en que aparezcan muchos héroes,
crecidos en cunas de bronce, valerosos como los dioses.
Vendrán como truenos. Entretanto, a veces se me ocurre
que es mejor dormir que vivir sin compañeros
y en constante espera. ¿Qué hacer hasta ese día futuro?
¿Qué decir? No lo sé. ¿Para qué poetas en este tiempo de miseria?
Pero son —me dices, semejantes a los sacerdotes del dios de las viñas
que en las noches sagradas andaban de un lugar en otro.


[DOS CARTAS] de F. HÖLDERLIN

1 comentario:

  1. No pues si... oye... sera que despues rgreso a ver si ando menos wey?? jejeje veras... no eh dormido mis 16 horas completas y como que ya me hace falta.. pero bueno... vine a saludarte y decirte BUENAS TARDES!!!!

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