
Ya se palpan los síntomas del olvido, hoy es uno de esos días en los que no tengo ganas de levantarme. El letargo se apoderó de mí y no me deja en paz. Entre ensoñaciones te recuerdo y deseo verte, pero rerepente me acuerdo de aquel fugaz momento en el que prometí deshacer tu recuerdo y sacarte de mi corazón maltrecho.